Superar los desafíos de ser una madre trabajadora

Por Ashley Sharp, directora ejecutiva de Dwell with Dignity .

Ser madre es difícil. Tener un trabajo es difícil. Cuando pones esas dos cosas juntas, ¿qué obtienes? Uno de los trabajos más duros del mundo. Como madre trabajadora, puedo dar fe de que los desafíos que enfrentamos son muchos.

Pueden variar desde sentimientos de culpa hasta la lucha por lograr un equilibrio efectivo entre la vida laboral y personal, la presión de las expectativas y los estereotipos sociales y el impacto en la salud mental y física.

Sumerjámonos en estas dificultades y discutamos la mejor manera de superarlas. Lo tienes, chica.

El peor tipo de viaje

Comencemos con lo más obvio: el interminable viaje de la culpa.

No importa lo que hagamos en el trabajo o cuánto amor y cuidado le demos a nuestra familia, siempre hay esa voz molesta en nuestra cabeza que nos dice que no estamos haciendo lo suficiente. Es como si estuviéramos corriendo una maratón constante, tratando de alcanzar las expectativas del mundo que nos rodea.

Y lo triste es que, según mi experiencia, estas expectativas suelen ser autoimpuestas.

Entonces, mi consejo: holgazanea, hermana. Das lo mejor de ti en el trabajo y en casa, y eso es lo que realmente importa. Una cosa que comencé a hacer es escribir en mi diario todos los días y hacer una lista de mis logros personales y profesionales.

Dirigí una reunión exitosa y energicé a mi equipo: listo. Envié a todos mis hijos a la escuela a tiempo: comprobar.

El acto de equilibrio

Como madre trabajadora, me resulta difícil conciliar el trabajo y la vida familiar.

Por un lado, desea rendir al máximo en el trabajo y ascender en la escala corporativa. Por otro lado, desea estar allí para sus hijos, ser la mejor madre que pueda ser y brindarle a su pareja el apoyo que necesita. Es un baile complicado, y no es raro sentir que estás fallando en un aspecto u otro.

La realidad es que no existe el equilibrio perfecto. Se trata de encontrar lo que funciona para su familia y negocio y hacer concesiones si es necesario.

Habrá semanas en las que sientas que estás fallando a diestra y siniestra en el trabajo. Habrá otras semanas en las que sientas que nada de lo que haces como madre está bien.

En lugar de estresarte por no ser perfecto (nadie lo es), concéntrate en lo que hiciste bien y felicítate. Si consigue un nuevo cliente, disfrute de su postre favorito. Si ha terminado de enseñarle a su hijo a ir al baño, recompénsese con una tarde relajante.

caminar por la línea

Ahora hablemos de estereotipos y dobles raseros. Como madres trabajadoras, a menudo enfrentamos críticas de todos lados.

Algunas personas asumen que descuidamos a nuestros hijos o que no estamos comprometidos con nuestras carreras. Es posible que nos perciban como demasiado agresivos o demasiado amables.

Esta es una situación sin salida y puede ser difícil de manejar. Pero ya sabes lo que dicen: "No es asunto tuyo lo que los demás piensen de ti".

Haz lo que sea mejor para ti, tu familia y tu negocio. No dejes que los susurros de los demás te impidan alcanzar tus objetivos.

Toma tiempo para ti mismo

Por último, no olvidemos el impacto que estos desafíos pueden tener en nuestra salud mental y física. El estrés y el ajetreo constante pueden pesarnos mucho, dejándonos exhaustos y exhaustos.

Es importante que nos cuidemos. Haz lo que necesites para recargar las pilas, ya sea pasar una noche viendo películas y comiendo un helado o tomándote un descanso tranquilo para tomar un café entre reuniones.

Tomarse un descanso no solo puede ayudar a mejorar su bienestar, sino que también puede convertirla en una mejor empleada, líder y madre.

Deja que tu fuerza brille

Ser una madre trabajadora no es para los débiles de corazón. Pero déjame decirte que también puede ser una de las experiencias más gratificantes que jamás tendrás. Es un viaje lleno de desafíos y triunfos, y es un testimonio de la fuerza y ​​determinación de las mujeres en todas partes.

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Superar los desafíos de ser una madre trabajadora

Por Ashley Sharp, directora ejecutiva de Dwell with Dignity .

Ser madre es difícil. Tener un trabajo es difícil. Cuando pones esas dos cosas juntas, ¿qué obtienes? Uno de los trabajos más duros del mundo. Como madre trabajadora, puedo dar fe de que los desafíos que enfrentamos son muchos.

Pueden variar desde sentimientos de culpa hasta la lucha por lograr un equilibrio efectivo entre la vida laboral y personal, la presión de las expectativas y los estereotipos sociales y el impacto en la salud mental y física.

Sumerjámonos en estas dificultades y discutamos la mejor manera de superarlas. Lo tienes, chica.

El peor tipo de viaje

Comencemos con lo más obvio: el interminable viaje de la culpa.

No importa lo que hagamos en el trabajo o cuánto amor y cuidado le demos a nuestra familia, siempre hay esa voz molesta en nuestra cabeza que nos dice que no estamos haciendo lo suficiente. Es como si estuviéramos corriendo una maratón constante, tratando de alcanzar las expectativas del mundo que nos rodea.

Y lo triste es que, según mi experiencia, estas expectativas suelen ser autoimpuestas.

Entonces, mi consejo: holgazanea, hermana. Das lo mejor de ti en el trabajo y en casa, y eso es lo que realmente importa. Una cosa que comencé a hacer es escribir en mi diario todos los días y hacer una lista de mis logros personales y profesionales.

Dirigí una reunión exitosa y energicé a mi equipo: listo. Envié a todos mis hijos a la escuela a tiempo: comprobar.

El acto de equilibrio

Como madre trabajadora, me resulta difícil conciliar el trabajo y la vida familiar.

Por un lado, desea rendir al máximo en el trabajo y ascender en la escala corporativa. Por otro lado, desea estar allí para sus hijos, ser la mejor madre que pueda ser y brindarle a su pareja el apoyo que necesita. Es un baile complicado, y no es raro sentir que estás fallando en un aspecto u otro.

La realidad es que no existe el equilibrio perfecto. Se trata de encontrar lo que funciona para su familia y negocio y hacer concesiones si es necesario.

Habrá semanas en las que sientas que estás fallando a diestra y siniestra en el trabajo. Habrá otras semanas en las que sientas que nada de lo que haces como madre está bien.

En lugar de estresarte por no ser perfecto (nadie lo es), concéntrate en lo que hiciste bien y felicítate. Si consigue un nuevo cliente, disfrute de su postre favorito. Si ha terminado de enseñarle a su hijo a ir al baño, recompénsese con una tarde relajante.

caminar por la línea

Ahora hablemos de estereotipos y dobles raseros. Como madres trabajadoras, a menudo enfrentamos críticas de todos lados.

Algunas personas asumen que descuidamos a nuestros hijos o que no estamos comprometidos con nuestras carreras. Es posible que nos perciban como demasiado agresivos o demasiado amables.

Esta es una situación sin salida y puede ser difícil de manejar. Pero ya sabes lo que dicen: "No es asunto tuyo lo que los demás piensen de ti".

Haz lo que sea mejor para ti, tu familia y tu negocio. No dejes que los susurros de los demás te impidan alcanzar tus objetivos.

Toma tiempo para ti mismo

Por último, no olvidemos el impacto que estos desafíos pueden tener en nuestra salud mental y física. El estrés y el ajetreo constante pueden pesarnos mucho, dejándonos exhaustos y exhaustos.

Es importante que nos cuidemos. Haz lo que necesites para recargar las pilas, ya sea pasar una noche viendo películas y comiendo un helado o tomándote un descanso tranquilo para tomar un café entre reuniones.

Tomarse un descanso no solo puede ayudar a mejorar su bienestar, sino que también puede convertirla en una mejor empleada, líder y madre.

Deja que tu fuerza brille

Ser una madre trabajadora no es para los débiles de corazón. Pero déjame decirte que también puede ser una de las experiencias más gratificantes que jamás tendrás. Es un viaje lleno de desafíos y triunfos, y es un testimonio de la fuerza y ​​determinación de las mujeres en todas partes.

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